Héctor Lechuga y Chucho Salinas: Pioneros del Humor Crítico en la TV Mexicana
Héctor Lechuga y Chucho Salinas fueron pioneros en un tipo de humor que se atrevía a cuestionar y criticar a los poderosos. A través de sus personajes y sketches, lograron poner en evidencia las fallas del sistema y los abusos de poder. Su humor, siempre agudo y valiente, se convirtió en una voz de resistencia en un tiempo en que la censura y la represión eran la norma.
Durante un par de años gozaron de un oasis de libertad con su programa “Cotorreando la Noticia”, hasta que un presidente a través de su secretario de gobernación, los mandó callar e hizo que su programa y su carrera en la televisión terminara abruptamente.
“Chucherías”: La Innovadora Comedia Política de Lechuga y Salinas
En la década de los 60, la televisión mexicana vio nacer a dos figuras que cambiarían para siempre la forma en que se entendía la comedia: Héctor Lechuga y Jesús Salinas. Juntos, crearon un programa llamado “Chucherías“, una propuesta innovadora que combinaba el humor con la crítica social y política. En este programa, Salinas, en el papel de un periodista reservado, entrevistaba a Lechuga, quien interpretaba a un personaje del pueblo. Las respuestas de Lechuga, inicialmente inocentes y relacionadas con la vida cotidiana, comenzaban a aludir a situaciones y personajes políticos, hasta volverse tan comprometedoras que Salinas se veía obligado a interrumpir la entrevista.
Un ejemplo de su audacia fue cuando Lechuga, en su papel de un personaje del pueblo, cantó una canción que criticaba al entonces regente del Departamento del D.F., Ernesto P. Uruchurtu, conocido por su disciplina, mano dura y sus cruzadas en favor de la “moralidad”. La letra de la canción era más o menos la siguiente: “Cucurucho, Cucurucho, la Bondojo, te agradece, el agua, potable, que tiene desde ayer“. A partir de ese momento, en cualquier acto proselitista, el regente era recibido por su nuevo apodo de “Cucurucho”. El daño estaba hecho y Uruchurtu tuvo que tolerarlo, no le quedaba de otra.
A pesar de las críticas y la controversia que generó, el programa se mantuvo en el aire.
“Cotorreando la Noticia”: El Humor Incisivo que Desafió a la Censura
Tiempo después, en los años 80, Lechuga y Salinas llevaron su humor político a la televisión abierta con su programa “Cotorreando la noticia“. Transmitido en el Canal 13 de Imevisión, propiedad del Estado en aquel entonces, este programa se destacó por su audacia al parodiar a figuras políticas, incluyendo a ex presidentes. Con su humor incisivo y valiente, lograron hacer reír a su público mientras criticaban a los poderosos, convirtiéndose en una voz necesaria en tiempos de censura y represión.
Sin embargo, tras la devaluación de julio de 1982 y con el cambio de presidencia de José López Portillo a Miguel de la Madrid, la libertad creativa de Lechuga y Salinas comenzó a disminuir. Según se documentó en el libro “Apuntes para una historia de la televisión mexicana” de Miguel Ángel Sánchez de Armas, Manuel Bartlett Díaz, entonces secretario de Gobernación, comunicó a Chucho Salinas que el programa no continuaría en Imevisión.
“Cuando Bartlett era secretario de Gobernación me mandó llamar y me dijo: Hasta el día que conozca la política del señor presidente Miguel de la Madrid volverá a tener opción para seguir haciendo sus chistecitos y me congeló hasta que terminó el sexenio”, contó alguna vez el comediante.
Esta decisión marcó el fin de una era en la televisión mexicana, donde el humor político había encontrado un espacio para expresarse libremente.
El Legado de Héctor Lechuga y Chucho Salinas en la Resistencia Humorística Mexicana
A pesar de la censura en la televisión, el programa encontró refugio en la radio por varios años hasta que Salinas falleció en 2001. Lechuga continuó con el guionista Marco Antonio Flota, manteniendo viva la esencia del humor político que él y Salinas habían cultivado. A pesar de las dificultades y la censura, lograron mantener viva la llama de la crítica y la sátira, demostrando que el humor puede ser una poderosa herramienta de resistencia.
A pesar de las dificultades y la censura, Lechuga y Salinas nunca dejaron de hacer reír a su público. Su humor, siempre agudo y valiente, se convirtió en una voz de resistencia en un tiempo en que la represión era la norma. Su legado nos recuerda la importancia de la libertad de expresión y el papel vital que el humor puede jugar en la política.