Las 10 mejores películas mexicanas de terror
A través de más de 100 años, el cine mexicano nos ha deleitado con todo tipo de historias. En el repertorio nacional podemos encontrar desde las campiranas, a las citadinas. De las de suspenso a las de aventuras, pasando por las románticas, hasta las terroríficas.
Y es precisamente este género el que nos atañe en este video. Eso sí, es importante poner las cosas en contexto. Mucho de lo que hoy podemos considerar “chistoso”, hace 50 años sería motivo para no poder conciliar el sueño.
Actualmente podemos disfrutar los filmes en alta definición en pantallas de 50 pulgadas o más, donde fácilmente se pueden apreciar cables que hacían volar a los murciélagos y fantasmas, o el plástico de las máscaras de los monstruos. Algo que hace no mucho tiempo, era prácticamente imposible en las televisiones de 20 pulgadas y las desgastadas cintas del VHS que rentábamos en los videoclubes.
A continuación te traemos las 10 mejores películas mexicanas de terror, que fueron seleccionadas por su historia y lo que nos hicieron sentir, no por sus efectos especiales.
Hasta el viento tiene miedo (1968)
En esta joya de Carlos Enrique Taboada, nos adentramos en un austero internado femenino donde lo inexplicable ocurre. Claudia y sus compañeras son castigadas y confinadas durante las vacaciones de verano. Una noche, un enigmático llamado la guía hacia lo desconocido, develando una entidad que no deberían haber despertado.
Vacaciones de terror (1989)
Pese a sus limitaciones, la dirección de René Cardona III nos ofrece una aventura escalofriante. Una familia llega a una polvorienta casa heredada en medio del bosque. En una cueva cercana, Gaby descubre accidentalmente un juguete de origen oscuro, desencadenando una serie de eventos que los perseguirán.
La segunda parte de esta historia, también protagonizada por Pedrito Fernández es más dinámica y cuenta con un muy buen trabajo de maquillaje. En esta entrega la muñeca se transforma en un monstruo que acecha y persigue a los protagonistas.
El vampiro (1957)
Germán Robles brilla en este clásico. Martha, en su camino a ver a una tía enferma, se cruza con un enigma de origen húngaro. Lo que sigue es un enfrentamiento con lo sobrenatural, alejado de los clichés modernos del vampirismo.
Veneno para las hadas (1984)
Carlos Enrique Taboada vuelve con otra gema cinematográfica. Verónica, inspirada por historias de magia, se adentra en juegos oscuros, arrastrando a Flavia en su obsesión. Un viaje al rancho de Flavia se convierte en una misión para crear un veneno místico, pero las cosas toman un giro inesperado.
Santo contra las mujeres vampiro (1962)
Las épicas aventuras de El Santo chocan con el sobrenatural. Con la dirección de Alfonso Corona Blake, vemos a Tundra intentar resucitar a la vampira Zorina. El Santo debe enfrentarse a un ejército de criaturas nocturnas para evitar que la noche se apodere de todos.
KM 31 (2007)
En una oscura carretera, el destino de Ágata cambia drásticamente. Tras un accidente, queda atrapada entre dos mundos. Su gemela, Catalina, siente su angustia y se sumerge en la investigación del suceso, revelando secretos del Km 31.
La Llorona (1960)
Bajo la dirección de René Cardona, nos sumergimos en el mito mexicano de La Llorona. La tragedia de Luisa, quien en un acto de desesperación comete lo imperdonable, nos lleva por un viaje de lamentos y remordimientos que aún resuenan en las noches.
Cronos (1993)
En la ópera prima de Guillermo Del Toro, quien le da un giro intrigante a la tradicional historia de vampiros, nos presenta a Luppi, quien encuentra un objeto dorado que lo transforma. Su vida da un vuelco mientras enfrenta la tentación de la inmortalidad y la amenaza de quienes desean el poder del dispositivo Cronos.
Más negro que la noche (1975)
Al heredar una mansión, Ofelia recibe una petición: cuidar a Becker, un misterioso gato negro. Pero cuando el felino desaparece, la tranquilidad se rompe, y la oscuridad emerge de las sombras.
El libro de piedra (1968)
Un padre de familia contrata a Julia para ser la nueva maestra particular de su hija. A medida que avanza el tiempo, Julia comienza a notar que la pequeña exhibe conductas inusuales, las cuales parecen estar vinculadas a su relación con Hugo, un amigo ficticio.
Ya sea que nos remontemos a las épocas doradas del cine o que exploremos las producciones más recientes, está claro que el terror mexicano tiene un sabor particular, una identidad que se distingue y resalta en el panorama internacional.
Así que, la próxima vez que busques una película para esas noches de sustos, no olvides revisar el vasto y enriquecedor repertorio que nuestro país ha ofrecido.