Los oscuros secretos del primer matrimonio de María Félix
Si no hubiera sido por los consejos de una anciana, la inocente María Félix de 19 años, hubiera seguido teniendo relaciones con su esposo, quien estaba infectado de una terrible enfermedad venérea.
La mujer que le dio la sabia recomendación fue la propia abuela del hombre, que en 1931 se casó con María Félix cuando apenas era una adolescente de 17 años.
Durante una entrevista televisiva realizada en la década de los ochenta por la también actriz Verónica Castro, la protagonista de “El Peñón de las Ánimas” confesó este terrible episodio en su vida.
Es fácil entender que para una chica de pueblo, sin experiencia y viviendo en un ambiente social matizado del intenso machismo propio de la época, le fue complicado saber que su pareja tenía una enfermedad venérea.
La trágica revelación y el peligro latente
En la entrevista con Verónica Castro, la icónica diva declaró que accidentalmente encontró una receta médica para tratar la gonorrea de su esposo Enrique Álvarez Alatorre, quien era vendedor itinerante de cosméticos.
Al preguntarle a su suegra, la mujer hizo caso omiso, pero la abuela de su ex marido la alertó sobre la gravedad del tema y le dijo que si seguía haciendo el amor con su marido se iba a morir, por lo que de inmediato supo que él le era infiel con otras mujeres.
Aparte de viajar frecuentemente, dejándola sola por mucho tiempo, Enrique era aficionado al futbol, las fiestas, el alcohol y las mujeres, gustos que conllevaron a que tuviera una vida bastante social, pero promiscua.
Es de imaginarse que para la inexperta María de los Ángeles Félix Güereña de la década de los 30, varios años antes de convertirse en la femme fatale que inmortalizaría el cine mexicano, sería un duro golpe, no solo entender que era objeto de infidelidad por parte de su esposo, sino que además su vida corría peligro a causa de una enfermedad que para aquel entonces, era muy difícil de curar.
Aparte del riesgo para su vida, también estaba el peligro que representó para su embarazo, pues en esa época tuvo a Enrique Álvarez Félix, quien sería el único hijo que engendraría, pese a sus múltiples matrimonios e innumerables romances.
La valentía de María Félix: un escape hacia la libertad
Se debe reconocer la inmensa valentía y coraje que demostraría María Félix, una vez que comprobó que su esposo le era infiel y que además portaba la enfermedad venérea, pues no solo se negó a seguir teniendo relaciones íntimas con él, sino que además le pidió el divorcio.
En una sociedad intensamente machista para una chica tan joven, sin estudios avanzados, sin recursos económicos, debió haber sido muy duro dar ese paso y peor pudo ser resistir los continuos abusos de Enrique, quien le prohibía salir a la calle, dejándola encerrada bajo llave.
Era una relación tan sórdidamente tóxica, que este hombre infiel y celoso buscaba todas las formas de evitar que otros hombres miraran a los ojos a María.
La Doña llegó a decir, que las contadas veces que su primer marido la llevó al cine, ambos entraban a la sala cuando las luces se apagaban y salían antes de que estas se encendieran. Todo para evitar que otros hombres postraran sus miradas en la bella mujer.
Cansada de la asfixiante relación, además de asustada por el peligro que representaba para su vida la promiscuidad de su pareja, al final la futura diosa del cine mexicano pudo liberarse y huir a Ciudad de México.
Pero desgraciadamente María no se pudo desligar del todo de aquél hombre. En alguna ocasión éste secuestró al hijo de ambos para chantajearla y obligarla a volver con él.
Para quien en el futuro sería ovacionada por millones de personas dentro y fuera de México, sin duda, serían toda una tortura aquellos años al lado de Enrique. De hecho, ella admitió que se casó sin estar enamorada y que lo hizo solo para poder salir de su casa.
Era una chica de apenas 17 años dentro de un hogar con muchos hermanos y entre ellos uno con quien mantuvo una relación extrañamente cercana, al punto que ante el riesgo de una unión incestuosa, su madre internaría al chico en un colegio militar para mantenerlos separados. Pablo, su hermano, a los pocos años fallecería en extrañas circunstancias. Primero se aseguró que éste mismo atentó contra su vida, pero recientemente, una profunda investigación indicó que fue asesinado.
Las primeras experiencias traumáticas y el camino hacia la fama
Igualmente la diva de México contó que su primera experiencia íntima fue muy traumática, pues el que fue su primer esposo prácticamente abusaría de ella durante la luna de miel en un pequeño hotel.
Es curioso que estas primeras experiencias sexuales que tuvo La Doña no causaran una impresión negativa permanente que le impidiera tener futuros encuentros íntimos; de hecho, fue todo lo contrario.
Después de la mala experiencia inicial, aquella mujer traumatizada, que con pasar el tiempo se convertiría en la actriz más icónica del cine de oro mexicano, no solo se casaría tres veces más sino que además tendría tórridos romances con diversos hombres e incluso, se rumorea, con mujeres.
Hoy en día no solo podemos asombrarnos de la radiante belleza y calidad artística de María Félix, también nos impactan los riesgos y amarguras por los que atravesó antes de ser una estrella.
